La educación viene transitando lentamente la senda de la privatización: disminución de la calidad académica; elitizaciòn de la universidad; la esencia y el contenido del concepto de universidad está desapareciendo; hacinamiento en salones; paredes blanca e informes; vigilancia y control permanente.
No es un secreto, que la visión de educación y su impulso, está cada vez más tenue. El avance del conocimiento y el desarrollo investigativo, es una idea que queda tan solo en el papel. La libertad de cátedra e investigación ha desaparecido lentamente de los curriculum universitarios, así, como de los planes administrativas y académicos.
Los diversos estamentos universitarios, a saber, los trabajadores, profesores, estudiantes y empleados, son excluidos y marginados de los procesos de decisión; totalmente controlados y reprimidos; si un miembro de esos estamentos habla, protesta o se expresa es abyectamente coartado, de esta manera la doctrina de seguridad nacional se aplica en la universidad abiertamente. Hace pocos meses en la UIS (Universidad Industrial de Santander) se suspendió un grupo de trabajadores que habían participado de un mitin en 2008, defendiendo el pliego de peticiones. Esto demuestra que la administración y directivas nunca olvidan, los nombres y rostros de las personas que no se dejan alienar o engañar por la política educativa nefasta. Varios profesores expulsados, por hacer parte de alguna organización sindical (caso del profesor de la faculta de medicina de la UIS). Empleados silenciados y cooptado.
En los diversos escenarios de participación cultural y artística, los estudiantes son limitados, les dicen “si participan en algún escenario de protesta o manifestación deben mantener un “bajo perfil”, ¡si esto no se llama limitar, no sabemos que lo es! ¡Estancar y limitar el comportamiento de las personas es propio del sistema capitalista!. El modelo neoliberal (capitalista) coarta las libertades, mantiene sumisa al conjunto de la población, convierte en maquinas al ser humano, engaña y manipula; limita el accionar consciente de los seres humanos y es, precisamente bajo este sistema y tomando sus principios como se visiona la universidad, la educación y la formación.
En alguna ocasión, ¿se les ha preguntado al pueblo, a los estudiantes o a los movimientos sociales que educación desean? ¿Alguna vez, como pueblo, hemos incidido en la toma de decisiones?. Esto es fácil de contestar, siempre y cuando, se haga un análisis o se examine la sociedad y su configuración, descubriremos que nunca se tienen en cuenta a los sectores progresistas o al pueblo. ¡Nos dicen que los representantes deben decidir por el pueblo y tomar las decisiones en beneficio de todos! ¡Que mas beneficio que el que ellos obtienen en la burocracia y la corrupción! Es muy complejo bajo este sistema de destrucción y saqueo, cambiar esta educación, sino se hace con la lucha, con paros políticos y grandes manifestación.
Hemos, entonces, descubierto que la educación se encuentra en una situación complicada, la formación y cualificación de los jóvenes, está estancada, no avanza el conocimiento.
Hay un buen sector progresista, pensándose la necesidad del cambio: estudiantes, trabajadores, profesores y grupos políticos, que se piensan esa nueva educación y nueva sociedad. Aunque, se necesita de la unidad y una metodología certera de lucha, para avanzar en la concreción de los objetivos. Abandonar la gran lucha que se avecina, es estar contra el desarrollo natural de la sociedad. Es necesario concretar la unidad, no solo en el papel, en la práctica concreta.
No obstante, visibilizamos en estos estamentos discusiones de índole poco dialéctica, discusiones que no tienen en cuenta el indiscutible avance de la materia, es decir, de la sociedad humana y la naturaleza, ¡esta no está estancada, ni estática!, está en constante movimiento y si no se aplica la mejor táctica – teniendo en cuenta el movimiento de la materia-, será difícil avanzar hacia la construcción de una mejor educación. Descubramos el punto cardinal de la lucha, para dar en la llaga a ese punto: la necesidad de luchar por el cambio estructural de la sociedad.
El peor de los vicios de los estudiantes, es la intransigencia y la credulidad de “tener la razón absoluta”, esto ha llevado a que la lucha se detenga, a que se estanque, como el agua en una pequeño agujero que no encuentra salida, de esa manera, no se avanza hacia los verdaderos propósitos.
Hagamos trabajo concreto y real, vamos a las discusiones callejeras, al encuentro con la gente, estamos en una etapa definitiva, en la que ganaran los más inteligentes. ¡Que no nos de miedo ser un medio de comunicación, hablar individualmente con el amigo, el vecino y comentarles lo innumerable problemas que tiene el país y la educación!.
No omitimos la importancia que tiene la organización estudiantil, sin una verdadera organización va ser imposible avanzar hacia los propósitos loables y justos.
¡Que la educación sea motor y llama que canalice los esfuerzos y virtudes de los estudiantes hacia la transformación revolucionaria de la sociedad!
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